Electroestática
Huevo eléctrico
Descubierto por Abbé Nollet (1700-1777), sirve para la producción de descargas eléctricas en tubos a baja presión.
Formado por una campana de vidrio, tiene uniones para acoplarse a una máquina de vacío, además, en su parte superior, sellada, sobresale la conexión de uno de los dos terminales que hay en su interior. Cuando se conecta este terminal a una máquina de electricidad estática, se produce en su interior una descarga y con ella, una luminosidad.
Este aparato producía suficiente luz para leer letras grandes en la oscuridad, y sus contemporáneos lo llamaron el “huevo eléctrico”.
Con él, Nollet tenía todos los componentes necesarios para producir rayos X: un tubo al vacío y una fuente de electricidad de alto voltaje. Con la adición de otro alambre sellado, colocado en el lado opuesto del tubo, el descubrimiento podía haberse realizado. Si en efecto Nollet hubiera llegado a producir rayos X, él no lo habría sabido, ya que no pueden ser detectados por la vista. Faltaban unos de 140 años para que las pantallas fluoroscópicas, capaces de hacer visibles las ondas de rayos X, pudieran ser inventadas.