Consiste en un tubo de vidrio, de 1,15 m de longitud, que tiene pegados en su interior unos rombos de latón, dispuestos de tal manera que no exista mucha distancia entre ellos, dibujando una espiral a lo largo del tubo.

En los extremos de este tubo hay dos terminales: uno con un gancho o esfera para su conexión a una máquina eléctrica (+), y otro, del que se colgaría una cadena para su conexión a tierra (-).

Al hacer girar la máquina eléctrica (máquina de Ramdsen) se generará una diferencia de potencial entre los dos terminales. A medida que sea mayor la polarización positiva en el gancho, mayor será su atracción a tierra (-) lo que provocará el salto de una chispa de un rombo a otro a lo largo del tubo.

Este bonito efecto se mantiene mientras siga aportándose carga eléctrica.

Fabricante: Desconocido

Fecha: Segunda mitad del s. XIX

En perfecto estado de conservación